Sociólogo barranquillero, nacido el 11 de julio de 1925. En la figura de Orlando Fals Borda se proyecta la imagen de una generación que buscó asimilar los cambios que se operaban en Colombia durante la segunda mitad del presente siglo, mediante la integración del conocimiento y la acción política. Fals cursó sus estudios secundarios en Barranquilla, y luego viajó a Estados Unidos y estudió literatura inglesa e historia, en la Universidad de Dubuque, donde se graduó en 1947.
Posteriormente hizo el magister en sociología en la Universidad de Minnesota, estudios que culminó en 1953, y el doctorado en Sociología Latinoamericana en la Universidad de Florida, en 1955. De esta época datan sus libros Campesinos de los Andes (1955) y El hombre y la tierra en Boyacá (1957), trabajos originalmente presentados para obtener la maestría y el doctorado, respectivamente. En estas obras, Fals Borda buscó comprender al campesinado, los cambios que se estaban operando en la sociedad rural y la capacidad de respuesta de la élite dirigente a los retos que ofrecía una sociedad en transición.
Tales inquietudes se desarrollaron en Latinoamérica cuando el problema de la reforma agraria suscitaba candentes debates entre intelectuales y políticos. Dos años después de terminar sus estudios de postgrado, Fals Borda se vinculó como consultor a la Organización de Estados Americanos (OEA) en Brasil. Luego regresó al país a desempeñar el cargo de director general del Ministerio de Agricultura, entre 1959 y 1961, y decano de la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia entre 1959 y 1967. Fundador de esta nueva facultad, el reto consistía, en palabras del propio Fals, en «crear una escuela de sociología sembrada en las realidades colombianas, mediante la observación y la catalogación metódica de los hechos sociales locales, aunque sin perder de vista la dimensión universal de la ciencia».
Esta preocupación se expresa en la polémica y muy difundida obra La violencia en Colombia (1962), de la cual fue coautor, junto con monseñor Germán Guzmán y Eduardo Umaña Luna. Con ella, los autores buscaron encarar el trauma que significó la Violencia en la vida nacional. A lo largo de la década del sesenta, la preocupación de Fals Borda por el cambio social se intensificó, y se plasmó en varias obras relacionadas con el tema de la subversión, en las cuales analiza los movimientos populares y la capacidad del Estado colombiano para asimilar los conflictos y las demandas de cambio.
Fals desarrolló esta temática paralelamente con la discusión sobre la «sociología comprometida», en una época de auge de los movimientos campesinos, sindicales y estudiantiles, y de vinculación de varios intelectuales con la revolución y el surgimiento de las guerrillas colombianas. En la década del setenta, su interés por articular el conocimiento de la sociedad con la práctica política, lo llevó a aplicar el método de «investigación activa» (estudio-acción) preconizado por la Fundación La Rosca, de la cual era director (1970-1975).
Este método se utilizó para preparar el libro Historia de la cuestión agraria en Colombia (1975), obra cuyo diseño, datos y análisis fueron discutidos con campesinos e intelectuales de diversas regiones del país. Su trabajo en esta época, en la que entró en contacto directo con las organizaciones campesinas de Córdoba y participó en las tomas de tierras que ellas adelantaron, preparó el terreno para el diseño de lo que llamó Investigación Acción Participativa (IAP) y para la redacción de su Historia doble de la Costa (1979-1986).
Tanto el IAP, como este libro, reflejan el interés de Fals por desarrollar un método de investigación de la realidad social que, a un tiempo, sirviera para transformarla. A la vez, su obra sobre la Costa Atlántica le permitió formular una teoría de la regionalidad, que se tradujo en una propuesta de reorganización territorial con provincias de naturaleza socio-económica. Pero su propuesta de reordenamiento territorial, que pudo debatir como delegatario a la Asamblea Nacional Constituyente en 1991, tuvo que pasar primero, junto con el autor, por una fase que bordeaba con la ilegalidad y la subversión. En efecto, al principiar la década del ochenta, cuando el gobierno enfrentó el descontento social mediante el uso sistemático de la represión, Orlando Fals y su esposa, María Cristina Salazar, fueron detenidos por su supuesta vinculación con el Movimiento 19 de Abril, M-19. Se le acusaba de ser ideólogo de este grupo, del cual nunca fue miembro formal y sólo sí, un simpatizante. Posteriormente, cuando en 1990 el grupo guerrillero se transformó en la Alianza Democrática M-19 y salió de la ilegalidad, Fals fue elegido en su representación para preparar la nueva Constitución que se aprobó en 1991. En la actualidad, Orlando Fals Borda es presidente de la Alianza Democrática y, desde 1992, secretario general de la Comisión de Ordenamiento Territorial.
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